Nunca le habían gustado las personas que van al psicólogo porque es lo que está de moda. Llevaba muchos años huyendo de ellos y volviendo a caer en sus garras con cada resbalón; y es que es una de esas personas que parecen estar condenadas al fracaso.
De pequeña le había arrancado algún mechón de pelo a compañeros de clase (sin querer, por supuesto) y ya de mayor se deja arrancar el alma a pedacitos. Alguna discusión con su familia, comentarios desafortunados, hombres que no son del todo sinceros y fracasos varios se encuentran en su día a día para hacerla la mujer que es.
A Marlene algunos la llaman loca. Le gusta calzarse sus botas de agua y salir a pasear pero odia que la gente la lleve de la mano porque dice que le quema, que se le clavan. Yo creo que solo tiene miedo, como una chiquilla, y me da pena porque es una persona muy fácil de querer pero no se deja.
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