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martes, 21 de diciembre de 2010

Neruda volvió a asomarse esta noche.

Traté de impedirlo pero sucedió y la lluvia comenzó a mojar la ventana cuando empecé a escribirte de nuevo. He intentado controlarme pero no hay forma; vuelvo a lo mismo, a escribirte cosas que ya no puedo decirte y que nunca quisiste escuchar. ¿Y si llamases a mi puerta en este instante? ¿Y si volvieses para acunarte entre mis brazos? Pero no, eso no va a suceder; te marchaste con tu aire de niña-mujer, quién sabe ya dónde estarás, o con quién.
No queda más remedio que seguir, aunque se me rompa el alma en cada paso, aunque tenga que arrastrarme para conseguirlo. Sí, ya lo dijo el maestro:

Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos,
es hora de seguir otro camino, donde ella no sonría.

5 comentarios:

  1. Adelante, siempre adelante. Lo conseguirás, te lo prometo.

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  2. Siempre hay que seguir, cueste lo que cueste :)

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  3. Eh, me he enamorado de tu blog
    Te has ganado otra seguidora guapa :)

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  4. Jo, qué triste!! Lo que yo quería expresar es que no se puede vivir sintiéndote culpable si no puedes estar en todo momento pendiente de la persona que amas, y a veces puedes llegar a sentir que te hace sentir culpable por eso, aunque también puede ser una comedura de tarro:) muchas gracias por tu comentario, y espero que disfrutes de una muy felizzzz entrada de año:) besotesssss

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