¿Alguien puede mirar esos ojos y no perderse? Yo no.
A través del objetivo he visto pasar muchas miradas. Unas han sido más sinceras y otras, sin embargo, más amargas, unas más cómplices, otras que guardaban más secretos, algunas tenían miedo mientras que otras brillaban con luz propia. Muchas miradas y todas diferentes.
La gente adulta a menudo pierde la magia pero la mirada de un niño es siempre poderosa, te cautiva, te enreda.
¿Cómo puede una personita tan pequeña transmitir tanto? En el fondo creo que los pequeños a menudo son tan grandes que a su lado nosotros, los grandes, nos volvemos minúsculos.
Qué bella mirada está llena de muchos sentimientos y una curiosidad enternecedora de descubrir la vida. Un gran abrazo
ResponderEliminarUn pekeño te puede hacer sentir cosas que no sabes que es, mas bien que jamas habias sentido =D
ResponderEliminarNo es que el pequeño transmita tanto, es que los mayores nos hemos olvidado cómo hacerlo y nos sorprende encontrarnos con alguien que lo sabe hacer también...
ResponderEliminarSaludos
J.