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jueves, 24 de febrero de 2011

Tus ausentes carnes

Hoy me he asomado a la ventana en plena noche, hacía tanto que no lo hacía… Ya no pienso en ti, o al menos no como antes. Supongo que ahora las cosas te irán mejor o que tu marido ha empezado a valorar lo que tiene, también puede ser que te dé vergüenza mostrarme tu cuerpo, o tal vez tu alma. El caso es que hoy yo he seguido con el ritual, como si nada o como si tal cosa, me he tocado y no he podido reventar porque faltabas tú…
Han llegado cada día desde que tú dejaste de aparecer y me piden algo que ya no puedo darles; quién me lo iba a decir a mí, yo sin querer saber nada de sexo. Y es que me piden ese algo que tú no me has dejado darte, y te aseguro que me hubiese encantado perderme entre tus carnes. ¿De qué sirve que mi cuerpo se encaje en sus entrañas? ¿De qué vale que griten y suspiren en mi cama si me aterra quedarme a solas con cualquiera de ellas? No saben que cuando me hinco en sus rincones solo pienso en ti. Debo empezar a tomar las riendas de mi vida, como antes de mudarme a este piso. Mezclaba sus sudores con mi piel, todos los sabores los hacía míos, y me encantaba, sin embargo no he vuelto a asomarme entre sus piernas. ¿Qué me has hecho mujer? No pienso en ti como antes, lo sé, ahora quizá sea peor. Te echo de menos Antonia.

2 comentarios:

  1. Hola Lorena,el sueño se convierte siempre en el mejor recuerdo...gracias por tus hermosas letras,buen día, besos emancipados..

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  2. ' ya no pienso en ti, o al menos como antes'
    me quedo con eso.. ojala en un par de dias lo pueda decir !
    un beso capa.
    un abrazo.

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