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martes, 28 de junio de 2011

Vaho indecente.

Sensación de malestar, de boca seca. Sus ojos se abren y se dirige a oscuras hacia el cuarto de baño. Inconscientemente echa una mirada por la ventana y allí está ella, otra vez. No puede creérselo. Desvía la mirada hacia el reloj que tiene en la mesita de noche, las seis de la mañana. Decide observarla a oscuras desde la puerta, hace tanto tiempo que no se permiten el lujo de encontrarse que hasta se avergüenza de entrometerse de nuevo en su vida.
Antonia está en ropa interior y él reconoce cada curva. Pasados unos minutos enciende la luz y se sienta en el alféizar de la ventana, quiere que le vea, que sepa que sigue ahí. Ella se da cuenta y se paraliza. ¿Acaso puede seguir con ese juego? Le mira y le ve allí, frente a ella, con síntomas claros de haberse desvelado. En ese instante se da cuenta, se acerca a la ventana y la empaña. Tomás no está muy seguro del motivo pero, segundos después, empieza a ver como ella desliza su dedo escribiendo:
6:00 a.m.

6 comentarios:

  1. Conoce cada curva de su cuerpo

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  2. Hola!! Te sigo! Te importaría pasarte por mi blog??

    www.lasmejorescosasalamanecer.blogspot.com

    Gracias!!

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  3. Me encanta tu blog, escribes muy bien ;)
    te sigo vale?
    muuuchos besitos :)

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  4. Gracias por el algodón de azúcar!! :) la confianza es un muy hermoso sentimiento ser desconfiado es un rollo!! O.O
    Buen relato!
    Muás ;)

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  5. Despierto! son las 6 de la mañana, y mi alma húmeda, ni medio seca, ni medio mojada.. húmeda! ... jeje saludos! :D

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