Visitas

jueves, 1 de marzo de 2012

Podrías haber sido tanto.

Te buscaba, pero acostumbrabas a aparecer cuando ya había dejado de hacerlo. Dolías, y cuando ya no lo hacías volvías para reabrir mi herida. Besabas, casi como si quisieses arrancarme el corazón del pecho, como esos besos sin modales ni pretextos. Me mirabas, pero lo que al principio iba cargado de sentimientos se quedó vacío y empezó a quemar igual que el hielo.
En eso te resumes tú, una historia sin fin de idas y venidas en la que cada día hacía un poco más de daño que el día anterior. Porque siendo sinceros, no te importé nada. No te importó que mis labios sólo supiesen susurrar tu nombre, ni que hubiese sido capaz de darlo todo por ti.
Aparentemente para mí en aquel momento no había fallo alguno, todo parecía encajar y yo creía ser feliz; sin embargo la realidad siempre había sido muy distinta. Ahora lo recuerdo y pienso: ya pasó... Sí, ya pasó.

Tú podrías haber sido tanto… Pero quisiste quedarte solamente en tan poco, y no me arrepiento.

2 comentarios:

  1. Algunos momentos no son tan buenos como queremos que sean pero hay que hacerlos un poco mejor de lo que parecen =D

    ResponderEliminar
  2. Arrepentirse de lo que ya sucedió es como llorar sobre la leche derramada, ¿para qué hacerlo si las lágrimas no cambiarán nada?

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar