Visitas

jueves, 14 de abril de 2011

Desvelarnos juntos.

Le miro en plena noche. A veces siento que soy incapaz de dejar de hacerlo, que si me despisto un segundo quizá haya conocido a alguna otra princesa y se haya ido. No puedo dejar de observarle, su boca, su cadera…
Aquí, dormido, conmigo. Me obligo cada vez que me desvelo a controlar mis impulsos de comérmelo a besos. Sólo con rozar su piel de terciopelo le entra un pequeño escalofrío que le pone la carne de gallina, y lo adoro porque entonces sonríe así, sin darse cuenta.
Ahí siempre es cuando él se despierta, me besa y me atrae, me abraza y me sostiene. Damos vueltas en la cama entre arrumacos y, cuando queremos darnos cuenta, estamos otra vez en ese punto.

- Necesitas dormir Edric – le digo entre risas tímidas.
- Dormir es secundario. Tú te desvelas y yo quiero desvelarme contigo.
 
Y después amarse hasta que arda la piel.

6 comentarios:

  1. Amarse hasta que arda la piel... pues suena bastante bien...

    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. que encantadora narracion^^ .
    has dejado una sonrisa en mis labios.^^

    ResponderEliminar
  3. ¿Por qué aún queda gente que cree que lo mejor es controlar los impulsos?

    ¿Por qué todavía hay gente que no sabe que la libertad comienza dejando que sean los impulsos quienes nos guión?

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
  4. Uf, también me gustaría desvelarme así..
    Estoy segura de que cada vez que le mira se queda con un detalle más..
    Que bonito!

    ResponderEliminar
  5. porque no hay un para qué, y me han matado muchas veces, y he muerto otras tantas, y me han negado mil veces, y me cuesta mirarle a la cara y descubrir que es la persona que me ha hecho daño, en fin, de todo se aprende, aunque sea consuelo de tontos

    ResponderEliminar